domingo, 4 de mayo de 2014

Las estructuras cerebrales en las que hombre y mujer difieren

Tras revisar 20 años de investigaciones neurológicas en busca de las diferencias estructurales entre el cerebro del hombre y el de la mujer, un equipo de científicos ha presentado los resultados de este metaanálisis de toda la información relevante.

El equipo de Amber Ruigrok, John Suckling, Simon Baron-Cohen y Meng-Chuan Lai, de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido, revisó todos los informes sobre estudios de este tema publicados en revistas académicas entre los años 1990 y 2013. El estudio se centró en 126 informes, que ofrecen análisis de cerebros de sujetos desde el nacimiento hasta la edad de 80 años.

Los investigadores han verificado que los hombres, en promedio, tienen volúmenes cerebrales totales más grandes que los de las mujeres (entre un 8 y un 13 por ciento). En promedio, los hombres poseen volúmenes absolutos más grandes que los de las mujeres en el espacio intracraneal (12 por ciento; más de14.000 cerebros); cerebro total (11 por ciento; 2.523 cerebros); telencéfalo (10 por ciento; 1.851 cerebros); materia gris (9 por ciento; 7.934 cerebros); materia blanca (13 por ciento; 7.515 cerebros); regiones llenas de fluido cerebroespinal (11,5 por ciento; 4.484 cerebros); y cerebelo (9 por ciento; 1.842 cerebros).

Al observar con mayor detalle, las diferencias en volumen entre ambos sexos, resultaron estar ubicadas en algunas regiones muy específicas. Entre éstas se encuentran algunas partes del sistema límbico y el sistema que se ocupa del lenguaje.
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Esquema general de diferencias por sexo en regiones del cerebro en cuanto a promedios de volumen de materia gris. Las regiones con mayor volumen en las mujeres están en rojo, y las zonas con mayor volumen en los hombres están en azul. (Imagen: Neuroscience and Biobehavioral Reviews)

Concretamente, los hombres, en promedio, resultaron tener mayores volúmenes y densidades de tejido más altas en: amígdala izquierda, hipocampo, corteza insular y putamen; densidades más altas en un sector del lóbulo derecho del cerebelo y en el claustrum izquierdo; y volúmenes mayores en los giros parahipocámpicos anteriores bilaterales, los giros cingulados posteriores y otros, el precuneus, los lóbulos temporales, el cerebelo, la amígdala derecha, el hipocampo y el putamen.

Por su parte, las mujeres, en promedio, resultaron tener una densidad más alta en el polo frontal izquierdo; y mayores volúmenes en el polo frontal derecho, algunos giros, el área de Brodmann 45 (pars triangularis), el planum temporale / opérculo parietal, el giro cingulado anterior, la corteza insular, el giro de Heschl, en precuneus y tálamos bilaterales, giro parahipocámpico izquierdo, y corteza occipital lateral.

Los resultados señalan un efecto asimétrico del sexo en el desarrollo del cerebro. Tal como advierte Ruigrok, no se puede seguir dejando de lado al sexo en las  investigaciones científicas del campo de la neurología, especialmente en los trastornos psiquiátricos, que suelen ser más comunes en uno de los sexos que en el otro, ya que la diferencia sexual en el sistema límbico incluye áreas implicadas a menudo en trastornos psiquiátricos con esa preponderancia de uno de los dos sexos, por ejemplo el autismo, la esquizofrenia o la depresión.

¿Obtención de células cerebrales a partir de células madre dentales?

El hallazgo recién anunciado de que las células madre extraídas de dientes pueden desarrollarse y diferenciarse hasta dar lugar a células que presentan apariencias muy similares a las de células cerebrales sugiere que podrían ser utilizadas algún día en el cerebro como terapia para los daños causados por derrames cerebrales.

El descubrimiento lo ha hecho el equipo de la Dra. Kylie Ellis, del Centro de Investigación en Células Madre, adscrito a la Universidad de Adelaida en Australia. En esta línea de investigación, se ha constatado que a partir de esas células madre es posible obtener células muy similares a neuronas y que además forman redes complejas mediante interconexiones entre ellas. Aunque estas células aún no son neuronas perfectas, los investigadores creen que es sólo cuestión de tiempo y de condiciones adecuadas que ello se produzca.

Las opciones de tratamiento disponibles para las numerosas personas que sufren los efectos de derrames cerebrales son limitadas. El principal tratamiento farmacológico disponible debe ser administrado en las primeras horas tras el infarto cerebral, y los pacientes no siempre lo reciben a tiempo. Por otra parte, algunos daños son difíciles o imposibles de reparar solo mediante medicamentos.

Poder utilizar las propias células madre del paciente para una terapia cerebral adaptada a la persona y a su caso particular presenta muchas ventajas, incluyendo la de que no se generan los problemas de rechazo asociados habitualmente con otras terapias que pasan por injertar tejidos extraños en el cuerpo. Otra ventaja es que una terapia basada en células madre tomadas de dientes, específicamente de la pulpa dental (tejido del interior del diente), podría proporcionar una opción de tratamiento factible meses o incluso años después de que haya ocurrido el derrame.

La obtención de células cerebrales a partir de las de pulpa dental se consigue proporcionando un entorno para las células que sea lo más parecido posible al del cerebro normal, de manera que en vez de convertirse en células para los dientes se conviertan en células cerebrales.
Los primeros resultados con esta técnica experimental no han proporcionado células idénticas a las neuronas normales, pero las nuevas células comparten propiedades muy similares a las de éstas. También forman redes complejas y se comunican a través de una actividad eléctrica simple, como podríamos observar entre cualquier conjunto corriente de células de un cerebro en desarrollo.